Entre las ciudades de
Cuernavaca, México y Toluca se encuentra uno de los bosques más extraordinarios
del planeta, una de las regiones con mayor diversidad biológica del planeta. Escasamente
a unos minutos del Distrito Federal, una de las ciudades más grandes y pobladas
del mundo.
Este bosque, que abarca las
sierras de las Cruces, del Ajusco, del Chichinautzin, de Zempoala y el sistema
Cadera, alberga casi 2 % de la
biodiversidad mundial, proporciona casi tres cuartas partes del agua que se
consume en la ciudad de México y abastece de agua a dos de los ríos más
importantes del país: el Lerma y el Balsas.
El bosque de agua abastece casi tres cuartas
partes del agua que se consume en el Distrito Federal y parte de su área
metropolitana.
En el área metropolitana del
Distrito Federal viven casi 20 de cada 100 mexicanos, con lo cual ha tenido
como resultado un incremento en la demanda de agua, lo que ha ocasionado que el acuífero de la Ciudad de México se encuentre sobreexplotado (es
decir, que la extracción de agua es mayor a la recarga natural) en un 35 por
ciento.
Al tiempo
que ha aumentado la demanda de agua, ha disminuido la recarga de estos mantos
acuíferos por la reducción del tamaño del bosque. El propio crecimiento de la urbe ha destruido parte del
bosque, junto con el cambio de uso de suelo para uso agropecuario y la tala
ilegal.
En
respuesta a esta situación, hace una semana se dio a conocer la Estrategia para
la Conservación del Bosque de Agua, corredor montañoso boscoso de 250 mil
hectáreas compartido por los estados de México, DF y Morelos, integrado por las
sierras del Chichinautzin, Ajusco y las Cruces, y que alimenta los acuíferos
sobre los cuales se encuentran asentadas las ciudades de México, Toluca y
Cuernavaca.
La estrategia es una iniciativa de la sociedad civil organizada, y se logró gracias al apoyo de fundaciones, con la participación de diversos actores de los distintos sectores de la sociedad, gubernamental y no gubernamental. Buscan asegurar la integridad de la región y sus servicios ecológicos (incluyendo agua, captura de carbono, biodiversidad, regulación climática y esparcimiento).
La estrategia es una iniciativa de la sociedad civil organizada, y se logró gracias al apoyo de fundaciones, con la participación de diversos actores de los distintos sectores de la sociedad, gubernamental y no gubernamental. Buscan asegurar la integridad de la región y sus servicios ecológicos (incluyendo agua, captura de carbono, biodiversidad, regulación climática y esparcimiento).
Hasta
la fecha, esta Iniciativa ha reunido a varias de las organizaciones más
importantes del país como el Colmex, INE, UNAM, Conafor, Conanp, Conagua,
Profepa, Pronatura, Reforestamos México, Funba, las secretarías de Medio
Ambiente del DF y del Estado de México, entre mas de 200 participantes de
alrededor de 100 organizaciones académicas, sociales, gubernamentales, ONG y
empresariales. Como parte de la visión compartida se anhela que en el año 2030
se haya logrado la conservación del Bosque de Agua en su estructura, riqueza
biológica y servicios ecosistémicos a los niveles registrados en 1950, y que
sea valorado como patrimonio natural y cultural esencial de las metrópolis y de
las comunidades rurales.
"Llegar juntos es un comienzo;
mantenerse juntos es un progreso;
Trabajar juntos es un éxito"
Henry Ford.